¿Cómo salir de la monotonía en la cama? 7 claves para romper con la rutina sexual
Somos animales de costumbres. En general, nos gusta sentir que tenemos el control sobre nuestro día a día y que podemos prever lo que va a pasar y así disfrutar de lo cotidiano, de lo familiar, de lo cómodo y previsible. Ya sabéis, nuestra “zona de confort”. Hasta aquí, todo correcto. El problema se plantea cuando esta rutina tan confortable, empapa nuestra intimidad sexual y de pareja. Cuando “ella” entra por la puerta del dormitorio, la pasión sale despavorida por la ventana. Y es que la pasión se alimenta de la novedad, la sorpresa, la variedad, la incertidumbre, lo imprevisible… Es decir de la “anti-rutina”.
La tememos…
Se oculta tras el minutero del reloj…
Es siamesa al paso del tiempo…
Nos empuja con su inercia…
Es… La irrefrenable tendencia a la cotidianidad
Pero ¡que no cunda el pánico! Esto no tiene por qué ser irremediable. Quizás sois de l@s que pensáis que la única forma de romper la rutina en la cama es cambiar de pareja (obviamente esto supone una ¡gran innovación!). O quizás creáis que todo el presupuesto en “I+D sexual”, se tiene que invertir en juguetes sexuales para romper la monotonía en la cama. Pues bien, los juguetes y juegos sexuales son una gran baza para salir de la rutina con tu pareja, pero en este artículo no nos quedaremos sólo ahí: También daremos respuesta a las preguntas que nos habéis hecho llegar sobre monotonía y, por supuesto, os daremos algunas pistas sobre cómo cambiar la rutina en la cama, darle esquinazo y conseguir así, que la pasión vuelva a brotar como las flores en primavera.
¿Cuáles son las posibles señales de alarma de la monotonía en la vida sexual de la pareja?
Pueden ser varias, pero quizás la más habitual sea la disminución del deseo, de la líbido, es decir, la reducción de la apetencia por mantener relaciones sexuales con la pareja. En ocasiones los encuentros sexuales acaban por convertirse en unos “deberes” que hay que cumplir en el mejor de los casos, una vez en semana. No es algo que un@ “desee” sino que se lo autoimpone “porque toca”.
Profundicemos algo más en esto del deseo. Según la ginecóloga e investigadora canadiense Rosemary Basson, existen dos tipos de deseo sexual:
DESEO TIPO 1: es el deseo “clásico”, el que surge de forma espontánea y natural, y típico de la fase de enamoramiento o de relaciones más esporádicas.
DESEO TIPO 2: que es el que nace de la excitación, una vez que se comienza con la estimulación y el contacto. Digamos que un@ arranca el encuentro íntimo, “sin ganas”, pero se va animando conforme la excitación va en aumento y acaba por ser un encuentro placentero y deseado. Dicho en modo coloquial:
“Yo, ganas, lo que son ganas, no tengo.
Pero luego me pongo y me lo paso pipa!”.
Lo que puede ocurrir es que esa falta de deseo espontáneo (tipo 1), nos lleve a que no se llegue a producir el inicio del contacto íntimo y, por tanto, no se active el deseo tipo 2 (algo así como tener “pereza” hacia el contacto sexual). Pues bien, esta misma investigadora, halló que el deseo tipo 1 es más frecuente en hombres y el tipo 2 en mujeres (especialmente cuando la rutina se apodera de la relación íntima). Así que, sabiendo esto, ¡nos toca aplicarnos!
Chicos: ¡hay que estar atentos e innovar y provocar! (¡ojo! no todo es genitalidad en el mundo de lo sexual…)
Chicas: ¡que no os venza la pereza! Aunque de entrada no sientas un deseo exacerbado… Pregúntate: ¿Y… por qué no?
¿La falta de deseo se puede deber a otras causas además de “al inevitable paso del tiempo”?
Las razones para una bajada de la líbido son múltiples y suelen estar combinadas, es decir, no tiene por qué existir una causa única. Éstas suelen tener que ver con la falta de tiempo, el estrés, los horarios incompatibles, el cansancio físico y psicológico, problemas en la convivencia, problemas de pareja o de comunicación, otros problemas o dificultades de tipo sexual, y por supuesto, porque si no se hace nada por romper la cotidianidad, la persona con la que convivimos acabará por convertirse más en un/a compañero/a de piso que en una pareja. El deseo, como hemos dicho en otras ocasiones, se alimenta de la novedad, de la sorpresa… Y el hábito, la monotonía y la rutina son sus peores enemigos.
Si quieres profundizar más sobre este tema, no te pierdas nuestro siguiente artículo sobre ¿Cómo aumentar la líbido? 7+1 formulas infalibles para recuperar tu deseo sexual.
¿Es posible salir de la rutina sexual? ¿De qué forma?
Sí que es posible. De hecho, la pareja suele salir reforzada al plantarle cara a la monotonía, ya que se afianzan los vínculos y se aumenta la intimidad. A veces es suficiente con mostrar un poco más de interés, tener iniciativa, innovar y no “dormirse en los laureles” esperando que las cosas “surjan” de forma mágica y espontánea (como ya sabéis, esto es el deseo tipo 1, típico de los inicios). Necesitamos invertir en mantener la llama de la pasión encendida.
Imagina que tienes un hermoso jardín, lleno de preciosos árboles y coloridas flores. Si quieres mantenerlo así de bello y vital, hay que regarlo y fertilizarlo, o de lo contrario se irá marchitando poco a poco. Si te dejas llevar por la inercia y la rutina es muy posible que “tu jardín de la pasión” acabe por secarse. Pero con ciertos mimos, atenciones y cuidados, permanecerá bello y fértil. Por ello hay que dedicarle tiempo y darle espacio y prioridad al deseo.
Si analizamos nuestro día a día, ¿cuántas cosas son verdaderamente espontáneas? Probablemente muy muy pocas. Casi todo requiere de un cierto grado de previsión, y con el sexo ocurre lo mismo. Aunque un “aquí te pillo aquí te mato” puede resultar de lo más estimulante, lo cierto es que por la vorágine cotidiana (y más si se tiene familia) no podemos basar en esa espontaneidad y en el “ya encontraré el momento” todos los encuentros sexuales, porque es muy posible que ese momento no llegue. De ahí que un cierto grado de planificación para lo sexual puede ser de gran ayuda.
Algo tan sencillo como que una vez a la semana (en semanas alternas, por ejemplo) uno de los miembros de la pareja se ocupe de organizar un encuentro sexual “diferente” y cite al otro, puede ser un gran estímulo para mejorar la intimidad y las relaciones sexuales.
Además, para estimular el deseo, hay que tener el sexo presente. Si es lo último de nuestra “To Do List”, lo más probable es que ni llegue. Hay que tenerlo en mente, y como decíamos más arriba, darle prioridad.
¿La llegada de la monotonía es sinónimo de ruptura?
La respuesta es NO (o no necesariamente). Muchas parejas se habitúan a esta forma de relacionarse, incluso la dan por normal llegado un determinado momento en la relación. Digamos que lo consideran una “evolución natural” de la intimidad y se acomodan. El problema suele venir cuando uno de los miembros de la pareja demanda una mayor “calidad” o cantidad de relaciones y el otro no siente esa necesidad. Aún así, se pueden poner los medios para amortiguar el impacto de la rutina y/o buscar ayuda profesional, de modo que la ruptura no tiene por qué ser la única salida.
Además de acudir a terapia, ¿se puede hacer algo para salir de la rutina en la cama sin seguimiento profesional?
Claro que sí. Es más, incluso acudiendo a un@ profesional, después habrá que seguir “regando ese jardín”. Así que aquí os dejamos algunas ideas que pueden servir de “fertilizante” de la pasión:
- Como hemos dicho antes, cada miembro de la pareja puede responsabilizarse de llevar las riendas de un encuentro sexual a la semana. Esto conlleva, desde buscar el momento y citar al otr@, hasta elegir el modo de tener las relaciones, acondicionar el lugar… ¡Y mejor si es sorpresa! Eso aumentará las posibilidades de despertar la curiosidad y el deseo en el otro miembro de la pareja.
- Introducir variaciones en las relaciones sexuales: diversos lugares, distintas posturas y prácticas sexuales para salir de la rutina, en momentos del día diferentes, cambios de roles (activo/pasivo por ejemplo…)
- Utilizar juguetes eróticos: los juguetes sexuales para cambiar la rutina son un complemento ideal. Existe una gran variedad de artículos que nos pueden ayudar a introducir novedad en nuestras relaciones sexuales: lencería, dildos, vibradores control remoto, aceites, lubricantes, plumas, pintura comestible, velas aromáticas y de masaje, y un largo etcétera. También hay cantidad de juegos sexuales para cambiar la rutina, desde el Streap-Poker, hasta los juegos de mesa eróticos más sofisticados. Además, cada vez es más sencillo acceder a este tipo de artículos, ya sea en sex-shops o en tiendas eróticas online con envíos discretos.
- Utilizar las fantasías sexuales para salir de la rutina: la fantasía es un recurso ilimitado que añade pluralidad a las relaciones. Sin necesidad de cambiar de pareja o de escenario, podemos imaginar que somos una espía rusa que está intentando sonsacar los secretos más profundos a un diplomático americano a través de técnicas amatorias sin límite, o que somos el príncipe azul que rescata a su princesa de una torre y luego se la lleva al huerto… De todo… ¡¡La fantasía es una fuente de recursos ilimitada!! Y pueden ser fantasías compartidas con la pareja o guardarlas en nuestra intimidad para dar rienda suelta a nuestra imaginación. Si quieres saber más sobre el apasionante mundo de las fantasías sexuales, no te pierdas estos vídeos de nuestro canal: 🚺 🔥 Las 5 fantasías sexuales femeninas más populares y 🚹 🔥 Las 5 fantasías sexuales masculinas más populares
- Películas, relatos, cómics eróticos… Qué mejor que mezclar cultura y sexo, el arte de la literatura o el cine al servicio de la innovación erótica. E incluso, si sois hábiles en el noble arte de la escritura, ¿por qué no construir un relato erótico a medias?
- Autoestimulación: aunque hablamos de monotonía en pareja, tampoco podemos olvidarnos de un@ mism@. Conoce tu cuerpo, explóralo de nuevas maneras, con curiosidad, como si fuera la primera vez que lo haces. Sal de tus propios “clichés”. Y no sólo hablamos de masturbación, sino de autoerotismo: acaricia todo tu cuerpo y no te centres solamente en las zonas erógenas clásicas o los genitales. Tu mayor órgano sexual, es la piel: 2 metros cuadrados de tejido colmado de terminaciones nerviosas sensitivas, esperando ser estimuladas… ¡¡wow!!
- Y no hay que olvidar, especialmente en los casos de poca motivación o problemáticas más profundas a nivel sexual o de pareja, que acudir a un@ profesional puede ser mas que recomendable, ya sea a través de una terapia sexual, como a través de talleres de crecimiento erótico, que ayudarán a la pareja a aprender nuevas formas de relacionarse en el terreno sensual y sexual.
Rebeca Lajos Rañó
Psicóloga-Sexóloga en Aidé