Cómo superar una infidelidad y seguir con tu pareja
ADVERTENCIA: si has vivido una infidelidad, puede que lo vas a leer a continuación no te guste. Si te estás preguntado cómo superar una infidelidad, te adelantamos que la clave para hacerlo no está en la revancha, el rencor, el reproche o la ira: está en el PERDÓN.
Pero antes de nada, quizás debamos plantearnos qué se considera una infidelidad. Este concepto puede variar mucho de un sitio a otro del globo, y dentro del mismo punto geográfico según el momento de la historia. Es decir, la fidelidad suele ser una convención social. Por ejemplo, en algunos países europeos como Bélgica, Alemania, Suecia o Finlandia, la infidelidad es menos tabú que en España y sus límites son más amplios. E incluso dentro de una misma sociedad, las diferencias individuales son las que marcan los límites de este concepto tan dinámico.
Cómo superar una infidelidad emocional
Perece que esto va de cambiar la perspectiva: que si la infidelidad no es un concepto estático, que si la clave está en el perdón… Pues siguiendo en esta línea, vamos a por una vuelta de tuerca más. En la mayoría de los casos la infidelidad no se produce pensando en la pareja, sino en un@ mism@. Es decir, la infidelidad provoca daño, inseguridad, rabia o desconcierto en el que ha sido engañad@, pero son “daños colaterales”. Por muy feo que nos pueda sonar esto, la persona que tuvo la aventura muy probablemente sólo pensaba en sí misma, y no en el efecto que pudiera provocar en su pareja, y tomó la decisión porque quizás era una “asignatura pendiente” que le quedaba por vivir, porque sentía ciertas carencias en su relación de pareja e intentaba compensarlas con alguien de fuera o quizás porque es la salida que se le ocurrió a la insatisfacción en su vida afectiva (con esto no pretendemos justificar la infidelidad como una forma de solucionar problemas, obviamente, hay mecanismos menos “lesivos”). De cualquier modo, a no ser que la infidelidad se haya producido como un mecanismo de venganza o despecho, normalmente no se busca el dolor del otro miembro de la pareja. Más bien todo lo contrario, el/la infiel suele sentir culpa y pena por haber hecho sufrir a su pareja.
Así que de una infidelidad pueden surgir sentimientos de culpa, vergüenza, miedo, arrepentimiento en el/la que la cometió, y el otro miembro de la pareja puede sentir que se tambalean sus pilares, la confianza tanto en sí mism@ como en el otr@ y en la relación, y ver amenazado todo lo que creía estable y seguro. Esta crisis puede interpretarse como algo irresoluble, imposible de salvar y que destruye la relación. Pero también hay otra opción, que es vivirla como una oportunidad. Una oportunidad para cada miembro de la pareja de crecimiento, autodescubrimiento y, por qué no, de mejora y así parar el piloto automático de la relación, la tendencia y la inercia que seguía dando un vuelco a la misma.
Así, como resultado de esta crisis puede que nos demos cuenta de que no queremos seguir con la relación, y tomemos esa decisión que ignorábamos o postergábamos por el miedo a la soledad, la inseguridad o al cambio. O puede que decidamos replantear lo que teníamos, lo que tenemos y lo que queremos tener y si coincidimos, darle una nueva oportunidad a la relación de pareja y vivir, como dice Esther Perel, uno de los muchos matrimonios que se viven con la misma persona. Para ello tenemos que lograr hacer “borrón y cuenta nueva”, y he aquí otra de las claves: la relación después de la crisis no es la misma relación, ni una continuación de la que había antes. Es una nueva relación. Esto implica dejar atrás los reproches, los rencores, los trapos sucios y los interrogatorios infinitos. ¡Casi nada! Pero esto no sólo es ventajoso para el/la infiel, sino también y mucho, para su pareja. No es sencillo y a veces requiere de la ayuda de psicólogos de pareja que pueden acompañar en este proceso.
De cualquier modo, la clave de cómo superar una infidelidad y recuperar la confianza está en perdonar. Pero, ¿cómo hacerlo? Aquí te dejamos otro de nuestros post que te puede resultar interesante: ¿Cómo perdonar lo imperdonable?
Es necesario un perdón sincero, un compromiso por ambas partes de dejar atrás ese capítulo (no se trata de olvidarlo, pero sí de no tenerlo presente de forma constante), y no utilizarlo para hacernos daño o hacer daño al otr@. Y recuerda, el perdón no es un regalo para el otr@. Es un regalo para ti.
Esther Alberca Reina
Practicum de la UNED en Aidé