Tipos de relaciones de pareja
De un tiempo a esta parte, venimos experimentando una evolución sustancial del concepto de pareja y de la realidad amorosa. Eso de “contigo pan y cebolla” o el “hasta que la muerte nos separe”, ha dado paso a nuevas configuraciones de las relaciones amorosas que multiplican las posibilidades y amplían los horizontes del vínculo amoroso, originando así diferentes tipos de parejas.
Podríamos decir que cada pareja tiene su propio formato y que hay tantos tipos de relación de pareja como parejas en sí, pero lo que suelen tener en común independientemente de sus peculiaridades, tal y como lo define la psicóloga Nuria Jorbá, es que hay un vínculo íntimo y afectivo, con un proyecto común y un compromiso pactado. ¿Cómo definirías tú lo que es una relación de pareja? Te invito a que reflexiones sobre ello.
Para ayudarte en este proceso de definición, te voy a plantear en este artículo, los tipos de relaciones de pareja actuales más comunes, en función del tipo de vínculo que comparten de forma consensuada. Puede que no te sientas identificadx en ninguna de ellas, pero como he dicho, cada pareja es un mundo y tú puedes crear tu propia fórmula personalizada.
Tipos de relaciones de pareja
- Monogamia absoluta. La de “toda la vida” y “para toda la vida”. Formada por dos personas con exclusividad sexual y afectiva y en la que se da mucho valor a la fidelidad mutua en estos dos ámbitos. Sigue siendo el formato más habitual socialmente, aunque la tendencia actual es a su descenso.
- Monogamia sucesiva. Se puede considerar una variante de la anterior, en la que las parejas siguen eligiendo la monogamia como modelo, pero ya no para toda la vida, sino que se tienen varias relaciones monógamas a lo largo de la vida. Aproximadamente, cada 7-10 años se elige a la pareja según el momento vital, según las características personales y lo que se busca en cada etapa. Por ejemplo, una pareja para el noviazgo juvenil, una pareja para las primeras experiencias de convivencia e independencia, otra para casarse y tener hijxs, y otra para el después. En ocasiones, esta monogamia sucesiva se produce como consecuencia de no saber evolucionar con esa pareja o generar acuerdos con ella, o actualizarlos, y ello lleva casi inevitablemente a lo que se conoce como la pareja divergente: tenemos el mismo camino y objetivo al principio, pero la evolución personal diferente lleva a que no se sincronicen nuestros caminos y se acabe en ruptura.
- Relación abierta. Se permite la libertad sexual, y no hay exclusividad en este sentido. Este tipo de relaciones tienen más tendencia a llegar a acuerdos porque no hay un guión preestablecido. Muchas parejas llegan ahí como un intento de resolver problemas de parejas monógamas, y esto no suele funcionar porque no nacen del bienestar, sino de la crisis. Hay dos tipos: la pareja abierta total (cada unx puede tener las experiencias sexuales que quiera respetando sus acuerdos internos) y la relación abierta swinger (donde van juntxs a experimentar con otras personas). Su principal ventaja es que permiten la novedad y el cambio que no hay en la monogamia, pero si no hay muy buena gestión emocional y mucha confianza, pueden surgir inseguridades, celos, infidelidades… Sí, infidelidades, porque, al fin y al cabo, la infidelidad es la ruptura de un pacto con engaño (sea este pacto de una relación monógama o de cualquier otro tipo).
- Relación poliamorosa. Relación entre tres o más personas a la vez en la que se pueden tener distintos vínculos amorosos y/o sexuales y esta relación es conocida por todxs lxs integrantes. El poliamor es uno de los tipos de relaciones de pareja que destaca por la libertad emocional y sexual: amar a distintas personas a la vez, sin barreras. Puede ser, por ejemplo, una relación de dos (relación principal) en la que se permiten relaciones secundarias. Una relación de más de tres con un vínculo simétrico. O una relación de dos personas que es la principal en la que van entrando y saliendo otras personas y a veces son tres, a veces son dos… Hay múltiples posibilidades. Aunque es un tipo de relación en auge, también tiene sus dificultades, como la de generar la sensación de compromiso. Si quieres saber más sobre este tema, no te pierdas la web de Sandra Bravo.
- Living apart together (LAT). Relación en la que no hay convivencia y se fomenta el espacio personal y se buscan espacios comunes de calidad. La no convivencia facilita la combinación de la seguridad y estabilidad, con el deseo y la pasión. Este es un tipo de relaciones de pareja habitual en personas que han vivido relaciones previas en las que consideran que la convivencia influyó en el declive de la relación.
- Parejas afines o ensambladas (anteriormente conocidas como parejas reconstituidas). Relaciones en las que al menos uno de los miembros tiene hijxs de una relación anterior, pudiendo convivir con ellxs o no. Una de sus mayores dificultades que presentan este tipo de parejas, es la adaptación y el ensamblaje de esas dos familias distintas (cosa que suele producirse si deciden convivir todxs bajo un mismo techo). ¡Todo un reto!
- Relación híbrida. Cada uno de los miembros tiene unas condiciones diferentes dentro de un mismo vínculo. Es un pacto poco común, ya que solemos buscar igualdad en el vínculo, sea para nosotros una necesidad o no. Esto pasa por ejemplo en las relaciones asexuales, en la que un miembro tiene una relación abierta sexual y el otrx no.
- Relación anárquica. En este tipo de relación, no hay normas ni imposición y se basa en la responsabilidad emocional personal. Se trata de guiarse por lo que cada unx siente en cada momento, cuidando del otrx y defendiendo que cada relación es única. Es un tipo de pareja que va en contra de los típicos hitos amorosos que marca la sociedad.
¿Te imaginabas tantos tipos de parejas? ¿Cuál dirías que es la tuya? Si no la encuentras entre esta lista, ¡no te preocupes!, no pretende ser absoluta. Como dijimos al principio del artículo, cada pareja es un mundo y se rige por sus propios acuerdos. ¡No dejes de buscar el tuyo!
Rebeca Lajos Rañó
Psicóloga en Aidé Psicología