1. Analiza todas tus opciones: piensa la mayor cantidad de opciones que se te planteen en la elección (mejor si es por escrito, incluso en un formato de “lluvia de ideas”).
2. Visualízate en cada una de esas opciones: ¿Cómo te sientes? ¿Qué es lo peor que puede pasar? ¿Me veo feliz en esta opción? Esto te dará mucha información para la toma de decisiones, de cara a quedarte con alguna o a descartar aquellas que menos te resuenan.