Cómo controlar la ira: 6 técnicas imprescindibles

“El miedo lleva a la ira, la ira lleva al odio, el odio lleva al sufrimiento”.
Estas fueron las palabras del maestro Yoda a Anakin Skywalker en una de las películas de la Guerra de las Galaxias y que ya forman parte de nuestra cultura. Con esta cita, nos gustaría que te adentrarás en el mundo de las emociones y, entre ellas, la ira, y más concretamente en cómo controlarla.

¿Qué es la ira?

De entre todas las definiciones existentes acerca de esta emoción, nos quedamos con una en particular propuesta por Izard (1977, 1991), el cual define a la ira como “una emoción primaria que se presenta cuando un organismo es bloqueado en la consecución de una meta o en la obtención o satisfacción de una necesidad”. Actualmente se considera que la ira tiene tanto componentes fisiológicos (ej. elevación de la frecuencia cardíaca), como cognitivos (ej. percibir la situación como amenazante) y motores (ej. conductas violentas).

¿Es malo sentir rabia o ira?

Determinados autores enmarcan esta emoción dentro de las emociones negativas, pero en nuestra opinión, dividir las emociones entre positivas/negativas o buenas/malas resulta absurdo. Para nosotrxs, cualquier emoción es adaptativa y útil para el ser humano, siempre y cuando se manifieste dentro de unos parámetros adecuados. Así, es igual de desadaptativo un estado de euforia y felicidad exagerada, como el que caracteriza a la manía, como un estado exagerado de tristeza, como en la depresión. La ira, por lo tanto, es una emoción clave para la supervivencia, ya que activa al organismo ante la percepción de una amenaza con un impulso de ataque, a diferencia del miedo y la ansiedad que se relacionan más con un impulso de huida.
El problema surge cuando esta emoción escapa al control de la persona, haciendo imposible el manejo de la situación, como ocurre en el trastorno explosivo intermitente, el cual se relaciona con ataques desmesurados de ira hacia personas u objetos cercanos (se pone muchas veces de ejemplo para este caso al ex-futbolista uruguayo del F.C. Barcelona Luis Suárez que se hizo famoso por sus repetidas agresiones impulsivas hacia jugadores rivales en forma de mordisco). El control de la ira varía de persona a persona en función de los mecanismos de autocontrol y autorregulación que se posean, por lo que cada unx va a necesitar un estímulo diferente para provocar su aparición. En relación al ejemplo anterior, la estimulación va a ser mínima y la respuesta muy desproporcionada.

¿Se puede controlar la ira?

Es cierto que hay factores individuales y de personalidad (impulsividad, baja tolerancia a la frustración…) que pueden hacer este manejo de la ira más fácil o más complicado, pero sea como fuere, cualquier persona va a poder beneficiarse de herramientas para el control de la ira.

Y… ¿cómo gestionar la ira? O lo que es lo mismo, ¿cómo controlar los ataques de ira?

A continuación, vamos a exponer algunas sencillas herramientas que se recomiendan para controlar la ira y que te pueden ser útiles en un momento de frustración o arrebato.

6 técnicas imprescindibles para controlar la ira

1

Técnicas de respiración: como para tantas otras cosas, la respiración consciente y relajada es crucial para el control de la ira.

2

“Cuenta hasta diez” o lo que es lo mismo, interrumpe el desarrollo de la respuesta de ira: se trata de desplegar algún tipo de estrategia con la que se pueda cortar el desarrollo de la respuesta de ira que se comienza a experimentar. Aunque te pueda parecer que la respuesta de ira es automática, no lo es y podemos cortarla en los primeros momentos de su aparición (cuento empiezas a sentir los primeros signos físicos de ira, tipo apretar la mandíbula, tensar los músculos, cerrar los puños o subir el tono de voz). Se puede intentar demorar la respuesta emocional tomándose siempre un tiempo antes de dar una respuesta. Si quieres saber cómo controlar la ira en una discusión de pareja, no dejes de usar el tiempo fuera como herramienta, te será muy muy útil. Puedes descubrirla al final del siguiente vídeo: Cómo vivir en pareja y no separarse en el intento .

3

Autoinstrucciones positivas: decirte cosas antes, durante y después de una situación que suscite la aparición de la ira puede ayudarte a controlarla mejor. Algunos ejemplos de estas autoinstrucciones para controlar la ira podrían ser:
Estos son sólo algunos ejemplos, pero échale imaginación e invéntate otros que te resulten útiles.

4

¡Usa el humor!: la risa y las muestras de cariño son la mejor medicina y nos puede ayudar a quitarle peso a una situación que nos saque de quicio, o servirnos para ayudar a alguien que vemos que está siendo presa de un arranque de ira,

5

Técnicas de solución de problemas : muchas personas se frustran continuamente porque creen que para un problema existe una única solución (¡Error!). Una buena forma de manejarnos en el día a día es ampliar nuestro repertorio de soluciones para un mismo problema. Así que practica hasta con las situaciones más sencillas de resolver, verás cómo poco a poco eres capaz de generar alternativas más rápidamente y de forma automática.

6

Técnica de la tortuga: esta técnica está especialmente indicada para los más pequeñxs. Consiste en decirle al niñx que cuando sienta que está ante una situación de amenaza, simule lo que hace una tortuga y se “encierre en su caparazón” (puede por ejemplo hacer uso de los brazos y agarrarse las piernas). Esto ayuda a que no se manifieste la emoción de forma impulsiva y poco a poco aprenda a autocontrolarse. Puede ayudarte también emplear técnicas de relajación y solución de problemas. En este enlace se explica esta técnica a modo de cuento: Juego educativo, la técnica de la tortuga .
Estas técnicas son sencillas y muy adecuadas para el control de la ira, es por ello por lo que te invito a que las utilices en todas las situaciones que creas convenientes.
Gabriel Ródenas Perea
Practicum de la Universidad de Sevilla