DISTORSIONES COGNITIVAS Y PENSAMIENTOS IRRACIONALES: DESCUBRE TUS ERRORES DE PENSAMIENTO

¿Qué son las distorsiones cognitivas?

¿Sabías que, en muchas ocasiones, la manera que tienes de pensar es distorsionada? Todxs tenemos determinados “vicios” a la hora de procesar la información y esto es lo que se conoce como distorsiones cognitivas, también denominadas creencias irracionales, pensamientos irracionales o errores de pensamiento. Esta terminología se la debemos al psiquiatra americano Aaron T. Beck, padre de la Terapia Cognitiva, cuya idea central es que no sufrimos por lo que nos acontece, sino por la interpretación que hacemos de lo que nos acontece. Durante sus estudios sobre depresión, observó que las personas que padecían esta patología tenían una forma común a la hora de filtrar la información y caían en los mismos errores de pensamiento. Eso le llevó a crear una clasificación de estas distorsiones que luego amplió a otro tipo de patologías (hasta un total de 13 categorías de pensamientos irracionales). Pues bien, se ha observado que esta clasificación también es aplicable a población no clínica, de manera que no hace falta estar depre, ansioso, o tener una fobia o un TOC, para experimentar alguna de estas distorsiones de pensamiento.

¿Y por qué es interesante reconocer cuáles son las distorsiones cognitivas? Porque eso nos dará pistas para manejarlas y que no nos generen malestar de forma innecesaria. La idea es que, si algo te provoca algún sufrimiento, que sea porque tiene base, y no porque tu mente se lo está inventando (se estima que de los 60.000 pensamientos que tenemos al día, el 90 por ciento son repetitivos y de ellos el 80% negativos… ¡Como para no pararle los pies a los que sean distorsionados!)

Tipos de distorsiones cognitivas

Vamos a ver cuáles son los principales tipos de errores de pensamiento o ideas irracionales más comunes:

1. TODO o NADA

Tendencia a ver las cosas de forma extremista, sin términos medios: negro o blanco, bueno o malo, maravilloso u horrible, perfeccción o fracaso… Suele ir acompañada de los términos: siempre, todo, nunca, nadie… También se conoce como pensamiento dicotómico o polarizado. Ejemplo: Ante la crítica puntual de mi jefe a un informe, pienso: “Todo me sale mal”.

2. FILTRO MENTAL o ABSTRACCIÓN SELECTIVA

Tendencia a centrar la atención en los aspectos negativos de la situación ignorando otros aspectos relevantes de la misma. Es como si una gota de tinta tiñese todo un barril de agua. Ejemplo: Hago una cena para invitados y todos me dan la enhorabuena por lo rica que está, excepto una persona que comenta que estaba demasiado salada y me siento mal y pienso: “La cena ha sido un desastre…” (obviando los comentarios positivos de los demás comensales y el resto de los elementos positivos que han rodeado la cena, más allá de la comida).

3. SOBREGENERALIZACIÓN

De un hecho concreto, generalizar a todos y si algo ocurrió una vez en el pasado, inevitablemente se repetirá siempre. Ejemplo: Mi pareja acaba de romper conmigo y pienso: “Nadie me va a querer, nunca encontraré a nadie con quien tener una relación”.

4. ETIQUETACIÓN

En lugar de describir nuestros fallos o errores, ponemos etiquetas. Ejemplo: Fregando los platos, un vaso se me escurre de las manos y se rompe y pienso: “Soy un desastre”.

5. ADIVINACIÓN o LECTURA DE PENSAMIENTO

Suposiciones sobre lo que piensan, sienten y/o hacen lxs demás y lo que les motiva a ello. Ejemplo: Estoy en una reunión con amigos, escuchando más de lo que participo en la conversación: “Seguro que piensan que soy aburrida… No me van a llamar más”.

6. ADIVINACIÓN DEL FUTURO

Suposiciones negativas sobre acontecimientos y comportamientos que van a tener lugar en un tiempo futuro. Ejemplo: Me he preparado a conciencia un examen, pero pienso: “Voy a suspender”.

7. CATASTROFISMO

Un clásico en personas ansiosas. Es la tendencia a creer que lo que va a ocurrir en el futuro es horroroso, catastrófico o lo peor, incluso cuando no hay ninguna evidencia al respecto o la probabilidad es remota. ¿Suelen empezar por “Y si…?”. Ejemplo: Mi pareja se retrasa 15 minutos y pienso: “¿Y si ha tenido un accidente?”.

8. DEBERÍAS

Tendencia a considerar que las cosas deberían o tendrían que ser de una determinada manera. Ejemplo: Mi pareja no me regala nada por San Valentín y pienso “Debería ser más atento y detallista conmigo”. Los DEBERÍAS, también pueden hacer referencia a las supuestas oportunidades que hemos perdido por no elegir adecuadamente nuestras opciones. Ejemplo: Estoy trabajando en un puesto que no me motiva y pienso: “Debería haber estudiado otra cosa”.

9. PERSONIFICACIÓN

Tendencia a creer que se tiene una responsabilidad total sobre todo (incluso en situaciones en las que no se ha participado o la implicación es mínima) Ejemplo: Mi hijo suspende un examen y pienso “He fracasado como madre”. También se incluye en esta categoría otra FALACIA DE CONTROL, que consiste en creer que no se tiene control sobre nada. Ejemplo: tras un período de trabajo más sedentario he cogido sobrepeso y pienso: “No puedo hacer nada para cambiar mi situación”.

10. NO ES JUSTO

Juzgar como injusto todo aquello que no se ajusta a mis expectativas. Si las cosas no son como yo quiero, son injustas. Esperar reciprocidad de lxs otrxs o de la vida, y si no la obtengo en la medida que quiero, sentir que es injusto. Ejemplo: Mi amiga se ha echado novio y pienso: “Es injusto que ella tenga ya pareja y yo no”.

11. RAZONAMIENTO EMOCIONAL

Creer que lo que se siente es cierto. Confundir sentimientos y emociones con hechos reales. Ejemplo; “Si me siento culpable, es que lo soy”. “Si estoy irritado es porque alguien me irrita” (y mi irritación “nace” de que un conductor que va delante va más despacio de lo que yo quisiera -aunque obviamente no lo hace para fastidiarme e irritarme, sino porque respeta los límites de velocidad-).

12. MAGNIFICACIÓN

Tendencia a hacer grandes los detalles negativos de mi vida y maximizarlos. Ejemplo: “No llegaré a nada en la vida porque no tengo estudios superiores”.

13. MINIMIZACIÓN

Tendencia a hacer pequeños los aspectos positivos de mi vida y restar mérito a mis éxitos, incluso magnificando lo de los demás. Ejemplo: Ante el aprobado de un examen importante de final de grado pienso: “Aprobé el examen porque fue muy fácil. Cualquiera podría haberlo hecho”.

Ahora que ya sabes cuáles son las distorsiones cognitivas o pensamientos irracionales más comunes, es hora de que hagas tu propio análisis. ¿Cuáles son las distorsiones que más te representan? ¿Con cuáles te sientes más identificadx o te definen más? ¿En cuáles sueles caer con más frecuencia? ¿Puedes poner tus propios ejemplos?Identificarlas es el primer paso para cuestionarlas y luego cambiarlas, y conseguir así que no afecten de forma negativa a tu estado emocional.

En próximos artículos te enseñaremos cómo emprender este proceso de cambio de pensamiento (también conocido como reestructuración cognitiva), para ser un verdadero “as” del manejo emocional. Y mientras tanto, si quieres profundizar más sobre este tema, no te pierdas nuestro artículo: ¿Cómo gestionar mis emociones? La llave que siempre has deseado tener.

Rebeca Lajos Rañó
Psicóloga en Aidé