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¿CÓMO LEVANTAR EL ÁNIMO? EL ENGRANAJE DE LA MOTIVACIÓN

Todos y todas tenemos momentos bajos. No hay que demonizarlos. Vivimos en una sociedad en la que somos bombardeados con la necesidad de estar siempre bien, y esto es una tiranía como otra cualquiera. La alegría 24/7 es ciencia ficción y marketing new age, que lejos de acercarnos a la codiciada felicidad, puede que nos genere la presión de tener que estar siempre bien. Así que, si hoy te sientes “plof”, o con estado de ánimo bajo, antes de pretender cambiar nada, escúchate y analiza de dónde viene ese sentimiento. Quizás te sirva para aprender más sobre ti (¡no olvides que el autoconocimiento es tu arma más poderosa!).

Estado anímico bajo, ¿por qué se produce?

Vamos a saber un poco más de este sentimiento. Nuestro estado anímico está en función de dos parámetros fundamentalmente: La calidad de nuestros pensamientos (de ello nos ocuparemos más extensamente en un próximo artículo) y el nivel de actividad que tengamos. Respecto a la calidad de nuestros pensamientos, no se trata tanto de tener muchos pensamientos positivos, sino de mantener a raya los pensamientos negativos, que son lo que más lastran nuestro estado anímico.

“Tenemos más de 60.000 pensamientos al día y el 90% se repiten, de ahí la importancia de mantener los negativos a raya.”

Y respecto al nivel de actividad, a priori, cuantas más actividades hagamos, mejor será nuestro ánimo. Aunque en este parámetro podemos matizar un poco más: mejor si son actividades agradables, mejor si implican cierto grado de actividad física, mejor si son sociales y mejor si son al aire libre. Así que, si haces algo que te gusta, que te hace sudar, con amigxs y en la naturaleza, ¡ten por seguro que tus endorfinas sabrán recompensarte!

Si quieres levantar el ánimo… ACTÍVATE!

Pero, además, nuestro estado de ánimo está íntimamente relacionado con nuestra motivación, creando un engranaje funcional similar al que os presento a continuación:

ENGRANAJE DE LA MOTIVACIÓN

Relación entre el estado de ánimo y el nivl de actividad:
Ante el bloqueo de este sistema, la única opción para volver a arrancar este engranajes es a través de la pieza más pequeña: si hacemos actividades, esto mejora nuestro estado de ánimo y ello a su vez activa la motivación, que vuelve a ser motor para hacer más actividades.

No esperes a hacer las cosas cuando estés mejor (estado de ánimo) o cuando tengas ganas (motivación). Hazlas, y las ganas y el bienestar, vendrán después.
Cuando hacemos actividades, éstas hacen que nuestro estado de ánimo mejore, lo que a su vez hace que nos sintamos motivadxs, y esto a su vez hace que nos impliquemos en más actividades, y este engranaje se retroalimenta a sí mismo, generando un movimiento circular positivo.
Pero en ocasiones, cuando estamos pasando momentos bajos y nuestro estado de ánimo se resiente, este sistema se bloquea y deja de funcionar. Es como si en ese engranaje se hubiera insertado un garrote entre la pieza del estado de ánimo y la de la motivación, que impidiese que siguiese girando.
Pues bien, si esto ocurre, solemos apelar a nuestro estado de ánimo para reactivarnos: “Cuando me sienta mejor, ya haré cosas…” O apelamos a la motivación: “Cuando tenga ganas, ya haré algo…” Pero esas dos piezas del mecanismo, como hemos dicho, están bloqueadas. Si queremos arrancar de nuevo el engranaje, la única pieza libre es la del nivel de actividad, de modo que será ésta la que reinicie el sistema. Es por ello que cuando te sientas depre, bajx de energía o desmotivadx, lo que debes hacer es activarte, hacer cosas, implicarte en actividades, y las ganas y la mejora anímica, vendrán después. Además, no será suficiente con hacer una o dos cosas. La pieza de la actividad (como ves en el dibujo) es la más pequeña, por tanto, tendremos que mantener un cierto nivel de actividad durante un tiempo para que eso desbloquee el sistema y vuelva a funcionar de forma autónoma.
Así de simple, aunque no siempre fácil, puesto que muchas veces tendremos que “obligarnos” a hacer cosas. Pero tengo una buena noticia para ti: ¡También puedes hacer cosas sin ganas! ¡¡Sí!! Como ser humano que eres estás más que capacitado para ello. No todo va a ser hedonismo… Un poquito de esfuerzo y las ganas llegarán luego. Créeme.

Así que si estás de bajón… ¡ACTÍVATE! Es la mejor de medicinas (y si la “tomas” al aire libre y con los tuyos… ¡ya lo petas!).

Un último consejo para que la pereza y la desmotivación no arruinen tus planes de actividad: Por la noche, antes de acostarte, traza un pequeño plan de acción por escrito, para la mañana siguiente (un breve listado de las actividades que vas a hacer, al menos en el período matinal). Insisto, por escrito; no vale que sea sólo mental, y es que cuando anotamos algo en un papel, eso nos genera compromiso. Y además así, le puedes poner el “check” al concluir la actividad, para reforzarte por cumplir con tu compromiso. Good boy!! Good girl!!

Rebeca Lajos
Terapeuta de pareja en Aidé
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