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CLAVES PARA ELEGIR BIEN A TU PAREJA

Nuestra vida podemos definirla en base a las elecciones que hacemos, y la elección de pareja es una de las más importantes (y no siempre la hacemos con el criterio y el grado de madurez que sería deseable…) Igual que un bonito viaje se puede convertir en una tortura si no eliges bien a tus compañerxs de aventura, la vida puede ser una odisea si no sabes elegir bien a la pareja que quieres que en ella te acompañe. En este artículo te vamos a dar las claves para elegir a tu pareja desde el corazón, pero sin pasar por alto los designios de la razón, y para ello te vas a encontrar con varios ejercicios prácticos a lo largo del mismo. No dejes de hacerlos si quieres sacarle todo el jugo a este artículo sobre las claves para elegir bien a tu pareja.

Cómo elegir bien a tu pareja

Tal y como dice la psicóloga Mar Muro, para elegir bien a tu pareja, necesitas madurez, criterio y suerte. La dos primeras condiciones dependen de nosotrxs y la última la pone la vida y sus movimientos misteriosos, que tienen que ver con nuestro camino de crecimiento. Y no olvidemos que no hay fracasos amorosos; hay experiencias que son necesarias para aprender qué queremos y qué no queremos (y si no lo aprendemos, volveremos a repetir la historia una y otra vez).

Cuando nos enamoramos de alguien, cuando dos personas se encuentran y existe CONEXIÓN, se genera una química muy potente y poderosa (adrenalina, muy presente en los procesos de seducción; la serotonina, la hormona de la felicidad y por último la oxitocina, la hormona del apego, del vínculo, del amor). Esta química hace que el otrx pase a ser una especie de droga, que nos hace sentir “muy arriba”, pero nos impide verle tal y como es.

En la fase de enamoramiento, se nos activan muchos mecanismos de proyección (que se ponen en marcha cuando tenemos muchas ansias de que ocurra algo o cuando tenemos mucho miedo). Cuantas más ganas tengas de enamorarte, más vas a ver eso que proyectas en el otrx (lo que se suma a la ausencia del espíritu crítico, típica de esta etapa de enamoramiento). Por lo tanto, queda totalmente prohibido tomar decisiones permanentes en ese período porque ahí no estamos capacitados para ver la “realidad”. Esta etapa dura entre 6 y 12 meses (parece que cada vez menos, debido a nuestra actual sobrecomunicación y exceso de contacto).
“El amor empieza cuando acaba el enamoramiento”
Pasada esta etapa del enamoramiento, es cuando empieza el amor de verdad: te veo tal y como eres y decido quedarme (o no) a tu lado. La atracción y el deseo tienen que ver con la COMPLEMENTARIEDAD, aunque es la COMPATIBILIDAD, la que genera satisfacción a largo plazo. Otro factor que tiene que ver con la satisfacción a largo plazo, es el RECONOCIMIENTO, es decir, el otrx me conoce (sabe como soy, tiene en cuenta mis gustos y preferencias…), me ve (me presta atención, me tiene en cuenta, no le soy indiferente) y me valora y refuerza (y me lo hace saber a través de alguno de los 5 lenguajes del amor). Lo que tenemos en común, hace posible la relación y lo que tenemos de diferencia, nos permite aprender y evolucionar, si somos capaces de manejarnos en la convivencia con esas diferencias.
Las parejas que tienen más posibilidades de tener un recorrido largo y un alto nivel de satisfacción y disfrute, son las que tienen un nivel más alto de compatibilidad y de reconocimiento mutuo. No se trata de ser iguales, sino de tener dos naturalezas suficientemente compatibles que hagan posible armonizar las diferencias y crecer desde un proyecto común.

La importancia de elegir bien a tu pareja: ejercicios prácticos

Ahora que ya sabes algo más del amor y qué buscar en una relación de pareja, vamos a hacer una serie de ejercicios para que te conozcas mejor en base a tus elecciones del pasado (ya que este es el primer paso de cara a la madurez en tus futuras elecciones de pareja).

Ejercicio 1:

BIOGRAFÍA AFECTIVA: BÚSQUEDA DE PATRONES EN LA ELECCIÓN DE PAREJA

Elabora una línea de vida de tus parejas. Puedes poner tanto las relevantes como las transitorias porque, en ocasiones, las transitorias también dicen mucho de cómo gestionas la soledad, o de tus conductas entre relaciones. En esta línea debes poner tus relaciones en orden temporal, de la primera a la última. En la parte superior debes indicar los aspectos positivos; en la inferior, los puntos negativos; y en el centro, cómo defines esa relación, la duración, y el motivo de la ruptura o el fin de la relación.
Una vez que lo hayas rellenado trata de reflexionar y llegar a conclusiones que te ayuden a comprender cómo has elegido y si eso es lo que buscas en una pareja actualmente. Lo más importante en este apartado es analizar si aparece un patrón a lo largo de las diferentes relaciones (especialmente si es disfuncional) o si tienes una determinada tendencia a la hora de vincularte (por ejemplo, desde tu estilo de apego)

Ejercicio 2:

ANÁLISIS DE LAS RELACIONES MÁS RELEVANTES

Elige las dos o tres relaciones que más te han marcado y reflexiona sobre ellas respondiendo a estas preguntas:

Ejercicio 3:

CONCLUSIONES PARA ESCOGER BIEN A TU PAREJA EN EL PRESENTE:

  1. Define qué es para ti una relación de pareja (deseos, necesidades, expectativas, valores, filosofía de vida…)
  2. ¿Qué te gustaría encontrar en una relación de pareja para poder sentirte a gusto, feliz y poder crecer? ¿Qué te funciona cuando estás en pareja? ¿Qué deseas que tenga esa relación para que te puedas sentir bien y satisfechx? Para ahondar en este tema, este artículo te puede ser de mucha utilidad: 3 claves para tener una relación de pareja sana.
  3. ¿Qué no te hace feliz en una relación? (ya sea porque esté presente o porque falte).
  4. ¿Qué características te gustaría que tuviera el hombre o la mujer que elegirías como compañerx de vida?
  5. ¿Qué crees que puedes aportar tú en este momento de tu vida en una relación de pareja? (aspectos concretos como: tiempo, afecto, estabilidad emocional… Pero también evalúa otros elementos como tu nivel de implicación emocional, tu grado de compromiso… No olvides que por responsabilidad emocional, debes ser honestx en estos aspectos con la otra persona).

Ahora que ya te conoces un poco mejor y con madurez, es momento de afinar nuestro CRITERIO para seleccionar pareja y tener los ojos bien abiertos, para hacer elecciones no sólo desde el corazón, sino también teniendo en cuenta la razón.

¿Qué debo tener en cuenta a la hora de elegir pareja?

A la hora de elegir pareja y tener un proyecto común deberíamos tener en cuenta tres parámetros fundamentales tal y como refiere Nuria Jorba en su libro “Parejas imperfectas y felices”:

Es decir, cómo es a nivel de personalidad, carácter, forma de ser, su físico, su área social, emocional, su tono vital… Aquí también se incluyen los valores, que son un aspecto esencial y que en ocasiones nos pasan desapercibidos al inicio de la relación. De los tres parámetros, este es al que hay que darle mayor relevancia, ya que es el que tiene menor margen de cambio (en algunos aspectos, este margen es cero). Por lo que es vital, que te plantees si aceptas y te gusta esa persona tal y como es, sin esperar que con el tiempo cambie o se adapte a tu expectativa de cómo debería ser. Esto es todo un acto de honestidad y un acto muy necesario. Y si esta persona no te encaja… no te amarres a la idea de que cambiará. No es tu persona.
Este parámetro incluye aspectos como el ocio, la relación con las respectivas familias de origen, los proyectos de futuro, la sexualidad, la necesidad de espacio personal, las prioridades de cada unx (familia, ámbito profesional, aficiones…), las cuestiones domésticas y la logística familiar… Debe haber una cierta sincronía en estos aspectos o llegar a pactos en ellos o acabarán por generar falta de ilusión o distancia o quemarán la relación.
Se trata de identificar con qué emociones vinculo al amor y qué quiero sentir en la relación. Por ejemplo, si quiero sentir seguridad y estabilidad, quizás una persona muy camaleónica o veleta no sea mi perfil ideal. O si soy una persona que necesita mucho espacio personal, vincularme con alguien dependiente o posesivo no parece la mejor de las opciones. Analiza cómo te gustaría sentirte en tu relación y busca un perfil compatible con ello para poder ser tu mismx en la relación y tener una vivencia en ella desde el bienestar.

Cómo escoger bien a tu pareja: ejercicio práctico

Ahora te toca definir los tres bloques. Quizá no te resulte fácil, quizá te quedes en blanco al principio. En tal caso, recurre a las experiencias pasadas, a lo que te fue bien o mal en ellas (ejercicios anteriores), o también puedes pensar en tu entorno: qué te gusta y qué no de las parejas que tienes a tu alrededor. Si tienes pareja también puedes realizar este ejercicio, porque no solo está diseñado para las personas sin pareja. Las personas con pareja asimismo deben reflexionar si se adecúa a su perfil, si las dinámicas funcionan y cómo se siente ante la relación. Este ejercicio se debería ir actualizando a lo largo del tiempo, pues permite identificar si lo que buscas ha cambiado, o si la relación ha evolucionado de un modo positivo o negativo. Por último, intenta que la lista recoja tu ideal, todo aquello que te gustaría de verdad.
Este ejercicio sirve para tener claras tus necesidades, no para que la persona que conozcas y la posible relación que salga de ahí sea perfecta. Te ayudará a saber qué es lo importante para ti y a no engañarte cuando inicies una relación. No debes olvidar que, cuando conoces a alguien, como hemos dicho antes en referencia a la etapa del enamoramiento, todo es emocionante y positivo. Te instalas en ese estado que lo relativiza todo, y comienzas a idealizar, generando mil expectativas y proyecciones. Ya sabes que los primeros seis meses de relación “no cuentan”, pues todas las vivencias están condicionadas por un enamoramiento (ese hermoso período de enajenación mental transitoria). Por tanto, desde el principio este ejercicio te servirá como guía para elegir a alguien y poder revisar si la relación sigue el camino que necesitas.

Te animo a completar la reflexión con dos pequeñas tareas más:

1

La primera consiste en marcar en cada bloque tres aspectos fundamentales a los que no podrías renunciar. Esos tres puntos clave son básicos para que te sientas en sintonía con la otra persona. Es importante que recopiles todos tus deseos, pero aún más que sepas cuáles son los fundamentales, las que son para ti irrenunciables.

2

La segunda tarea implica reflexionar sobre qué aspectos pueden depender de ti, y cómo los puedes potenciar para ver cubiertas tus necesidades. Porque no se trata de exigir al otrx, sino de saber si existe la base necesaria para poder activar dinámicas, actitudes, conductas que te ayuden a sentirte en concordancia y con bienestar.
Y si todo esto te resulta demasiado complejo, nuestro equipo de psicólogas en Sevilla te pueden ayudar a conocerte mejor, a alcanzar esa madurez que te permita dar esquinazo a relaciones tóxicas o dependientes y encaminarte hacia elecciones con criterio en las que se unan cabeza y corazón.
Rebeca Lajos
Terapeuta de pareja en Aidé

BIBLIOGRAFÍA:

Jorba, Nuria. Parejas imperfectas y felices. Arpa Editores. 2022.

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