¿Qué es una persona tóxica? Características y señales para detectar personas tóxicas
Seguro que en más de una ocasión has sentido que ciertas personas de tu entorno (laboral, familiar, de pareja, social…) es como si te “chupasen” la energía. O incluso como si te contagiasen su desánimo o sus emociones negativas.
Otras veces quizás la sensación ha sido más de incomodidad ante presiones o chantajes emocionales… Pues bien, es posible que te hayas topado con las conocidas como “personas tóxicas”. En este artículo te enseñaré cómo detectarlas, pero sobre todo, te voy a hacer una revelación que probablemente te deje boquiabiertx. ¿Preparadx?:
Tú eres potencialmente la persona más tóxica de tu vida.
¡BOOM!
¿Cómo te quedas? Pues sí, así es. Y esto se debe a algo muy sencillo: tú eres la única persona que puede manejar tus emociones y, por lo tanto, la única proveedora de tu propio sufrimiento y de tu propia felicidad. Es tu responsabilidad personal. Si quieres saber más sobre este tema no te pierdas los enlaces que adjunto a continuación:
¿Qué es una persona tóxica?
Dicho esto, me gustaría redefinir a las personas tóxicas como “aquéllas que nos van a hacer menos cómodo el camino hacia nuestra felicidad, pero también nos van a dar la oportunidad de ver en ello un reto de aprendizaje y superación”. Esto sería algo así como encontrarnos con una carrera de obstáculos: esta carrera es más compleja que una carrera sin ellos, pero nos permitirá desarrollar habilidades que nos darán más fortaleza.
Así que ¿qué te parece si identificamos las características comunes a esos “obstáculos”?
¿Cómo es una persona tóxica? Características propias de una persona tóxica
- Son personas negativas: una de las características de las personas tóxicas es que ven el vaso siempre medio vacío, ponen pegas y peros, se concentran en lo malo que puede pasar, desconfían de lxs demás y de la vida, y les cuesta disfrutar de las cosas… No son felices y parece que su misión es propagar esa “oscuridad” allá donde van.
- La queja es su modo de vida: otro de los rasgos de las personas tóxicas es que se lamentan constantemente de lo que les ocurre, pero rara vez hacen algo para cambiarlo, y esperan que lxs demás o el “universo”, les resuelva la papeleta (es decir, todo lo contrario al concepto de responsabilidad personal del que hablamos con anterioridad). Hacen del victimismo su bandera.
- Ausencia de autocrítica: otras de las características sobre cómo actúan las personas tóxicas es que, al hilo de su victimismo, no se paran a pensar que quizás algo de lo que no funciona está en ellxs mismxs, por lo que tienden a no reconocer sus fallos o errores, por ello resultan a veces arrogantes o prepotentes.
- Tendencia al chantaje emocional y la manipulación: otra de las cosas que hacen las personas tóxicas es intentar manipular para conseguir sus objetivos, o tratar de sabotear los tuyos. Algo así como intentar que nadie brille, para no hacer patente su opacidad. Por lo tanto, son personas con tendencia a la envidia y a no alegrarse de los logros ajenos.
¿Cómo saber si hay una persona tóxica en tu vida?
- Hablas mucho de ella: este es uno de los signos para identificar a una persona tóxica. Él o ella está muy presente en tu día a día y tiendes a quejarte de su trato y comportamiento hacia ti (¡ojo! aquí estás cayendo tú en el victimismo y olvidando tu responsabilidad personal…)
- Sientes que te hace dudar de tus capacidades y valía y tu autoestima se tambalea.
- Te sientes incómodx y tensx en su presencia, a veces incluso temerosx. Te conectas con tu mal humor.
- Sientes que es capaz de sacarte de tus casillas, de sacar lo peor de ti: sientes que no te reconoces y sale tu “Mr Hyde”.
- Sientes que te chupa la energía: te notas apáticx y desmotivadx, sin “chsipa”…
¿Has podido identificar a alguien con este perfil en tu vida? Si es así, no desesperes… Del mismo modo que hablamos de personas tóxicas, también podemos hablar de personas “medicina”, que contagian su optimismo, alegría y entusiasmo allí donde van. Rodéate de ellas ya que serán una gran compañía en tu camino hacia el bienestar y la felicidad.
Rebeca Lajos Rañó
Psicóloga en Aidé Psicología