cuando ir al psicologo

¿Cuándo ir al psicólogo? 6 razones para pedir ayuda psicológica

Durante las últimas décadas, la imagen del psicólogo ha estado muy vinculada con la de un profesional enfocado exclusivamente a la terapia con pacientes con trastornos mentales severos. Esta imagen imprecisa acerca del papel del psicólogo como profesional de la salud no ha desaparecido del todo hoy en día, y ello puede llevar a que personas que pudieran necesitar de esta ayuda psicológica, no se atrevan a dar el paso, no sepan cuando acudir a un psicólogo o, los que den el paso, lo hagan de forma oculta. Pero los profesionales de la psicología somos mucho más que “loqueros”, y nuestra labor es más parecida a la de un maestro que enseña habilidades y destrezas emocionales, que a la de un personaje que aplica electroshock o coloca camisas de fuerza.

No es necesario tener un trastorno mental severo para que sea bueno ir al psicólogo. Por eso, si te preguntas “cómo saber si necesito un psicólogo” o “cuándo se debe ir al psicólogo”, la respuesta es simple: debes acudir a un psicólogo si te encuentras en un momento de tu vida con una dificultad que eres incapaz de resolver por ti mismo.  De hecho, en la consulta, éste suele ser el perfil más frecuente.

Del mismo modo que alguien acude a un médico cuando tiene alguna herida o sufre alguna enfermedad, las personas pueden acudir a un profesional de la psicología para tratar o afrontar problemas y situaciones que sienten que están fuera de su control, que no pueden solucionar por sí mismas y que les generan un marcado malestar. Otra de las razones por las que cada vez es más habitual buscar ayuda psicológica es el autoconocimiento o desarrollo personal; Cuanto más me conozco, mejor me relaciono conmigo mismo y con los demás.

Quizás aún te estés preguntando “en que me ayuda un psicólogo” o “por qué debo ir al psicólogo” … Pues aquí te explicamos, de forma más esquemática, 6 razones por las que buscar ayuda psicológica es el camino para alcanzar tu bienestar.

 

6 razones por las que realmente ir al psicólogo ayuda

1. Nuestro problema afecta a nuestra calidad de vida

Cuando “el problema” supone un obstáculo insalvable que nos impide realizar las metas que nos hemos propuesto, trabajar adecuadamente, o disfrutar de nuestro día a día y de una vida social y familiar saludable, nos damos cuenta de que la situación nos está superando. Todos tenemos malas rachas, pero cuando pasa el tiempo y vemos que la situación no mejora, que no conseguimos sentirnos mejor, es el momento de plantearse qué está fallando y qué se puede hacer para solucionarlo. Ahí es donde ir al psicólogo es bueno ya que, como experto en el comportamiento humano y las emociones, puede proporcionar la ayuda y los recursos necesarios.

2. Recurrimos al consumo de sustancias para evitar/evadirnos de un problema

Hay ocasiones en las que el problema que nos afecta puede hacernos sentir completamente desbordados, haciéndonos más vulnerables al consumo de sustancias (el alcohol es una de los más frecuentes, pero también el tabaco, la cocaína, la marihuana e incluso algunos tipos de medicación) y, en consecuencia, a posibles problemas de adicción en el futuro. Si recurres a estas sustancias para escapar de los problemas o para evitarlos, ésta es otra razón por la que se debería ir al psicólogo.

3. El dolor emocional se convierte en dolor físico

Nuestro cuerpo es muy inteligente y no se queda atrás cuando quiere comunicarnos algo, sólo que al no poder mandarnos un whatsapp, lo hace a través de una vía de comunicación denominada somatización. Dolores de cabeza crónicos, dolores musculares, problemas gastrointestinales, de sueño, tensión o fatiga (entre otras), que no se explican por problemas médicos, son algunos de los ejemplos más comunes de manifestaciones de nuestro organismo donde nos está advirtiendo de que algo no va bien (algo a nivel familiar, laboral, social o de pareja a lo que no se le está dando solución). Si este es tu caso, un psicólogo es el profesional que necesitas.

4. Lo ves todo negro

Uno de los factores más claros a la hora de cómo saber cuando ir al psicólogo, es la presencia de lo que se conoce en psicología como Tríada Cognitiva Negativa (visión negativa permanente que tenemos sobre nosotros/as mismos/as, el mundo que nos rodea y nuestro futuro). Esta Tríada, que es uno de los rasgos más característicos de la depresión, es un indicador claro de que hay algún tipo de problema al que no le estamos prestando toda la atención que deberíamos o que no contamos con estrategias de afrontamiento eficaces plantarle cara.

5. No tienes ganas de nada

Otro gran problema que suele ser motivo de consulta es la falta de motivación generalizada que puede englobar los ámbitos laboral, familiar, social y de pareja, entre otros. Esta desmotivación puede haber estado presente durante largo tiempo o puede haberse manifestado de forma más reciente, y se refleja en la falta de interés por actividades de las que antes sí disfrutabas o por dificultades para la realización de actividades de la vida diaria. Si la falta de motivación está centrada en un ámbito concreto y no se convierte en un obstáculo, no hay problema (en principio). La que realmente requiere asistencia es aquella desmotivación que impregna todos los ámbitos de nuestra vida, y/o que interfiere con nuestro adecuado desempeño laboral, familiar o social. Esta es otra de las razones de por qué es importante ir al psicólogo.

6. No has encontrado la ayuda que necesitabas

Como ya hemos comentado arriba, la psicología no está enfocada exclusivamente al tratamiento terapéutico de trastornos mentales o problemas graves. Los psicólogos pueden encargarse también de orientarnos cuando hay dudas o falta información sobre un determinado aspecto de nuestra vida (como, por ejemplo, la identidad sexual), y no hemos logrado obtenerla ni por nuestros propios medios ni con la ayuda de otras personas. Incluso con la gran cantidad de información a la que tenemos acceso hoy día, siguen existiendo situaciones en las que es más que interesante acudir a un profesional.

Esperamos haber arrojado algo de luz sobre las “sombras” que aún hoy despierta la figura del profesional de la psicología. Y si aún te quedan dudas, esteremos encantadas de resolverlas.

Paula Domínguez Alarcón

Alumna en prácticas en Aidé



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