Cómo combatir el estrés y la ansiedad. 6 consejos para ganarles la batalla.
¿Cómo combatir el estrés y la ansiedad? Difícil pregunta, ¿verdad?
Es paradójico que viviendo en la época de mayor bonanza, tranquilidad y confort que haya conocido el ciudadano occidental, sea también el momento con mayor índice de ansiedad y estrés que se haya visto.
Podemos sufrir estrés cuando nos vemos superados por la situación, es decir, creemos que no tenemos los recursos para llevar a buen término alguna tarea.
¿Quién no ha sentido alguna vez que no tenía tiempo suficiente para terminar algo, o que no sabía ni por dónde empezar a meterle mano a una tarea? Ante esta situación pueden pasar dos cosas: si el estrés no es excesivo te puedes venir arriba y ese mismo estrés es el que te da energía e incluso inspiración para lograr superar el obstáculo (se le conoce como eustrés, estrés “del bueno”). Pero si el estrés es demasiado intenso o prolongado en el tiempo (distrés, o “estrés del malo”)… tenemos un problema.
El estrés se puede manifestar como ansiedad, que se caracteriza, entre otras cosas, por una angustia por el futuro, por lo que puede pasar, por pensamientos catastróficos automáticos e incontrolables. Bajo el yugo de la ansiedad respondemos de manera exagerada a estímulos que o no requieren esa respuesta o ni siquiera están presentes, pero pensamos que pueden aparecer. En relación a esto, te dejamos nuestro siguiente artículo sobre cómo superar la ansiedad y el miedo, en él te contamos 8 poderosos consejos para conseguirlo.
Estrés y ansiedad llevan a una limitación y un bloqueo importante en distintas áreas de la vida. Es una plaga, nos rodea y cada vez afecta a más gente. Pero hay una buena noticia, podemos aprender a combatirlo.
Consejos sobre cómo combatir la ansiedad y el estrés.
- Lo primero para combatir el estrés y la ansiedad naturalmente es reconocer el estrés, la situación estresante y sus consecuencias, tanto a nivel fisiológico, como emocional y comportamental. Cuando lo tengamos detectado, podremos adelantarnos a la situación y tomar medidas.
- Sé realista con los límites de tiempo, de energía y de recursos. Cuando aprendemos a reconocer las cosas que no están en nuestra mano y escapan a nuestro control, podemos liberarnos de esa fuente de estrés. Hay que aprender a planificar de forma realista el tiempo, aprender a decir no y a intentar evitar, en la medida de lo posible, la fuente de estrés.
- Cuestiónate si de verdad esa situación es tan amenazante, importante, urgente, crucial…Los mensajes de presión que nos llegan desde fuera y/o desde dentro no tienen por qué ser razonables.
- Debemos aprender a activarnos cuando hace falta, y relajarnos cuando podemos hacerlo. Uno de los problemas de la sociedad actual es que vivimos en un estado de tensión y alerta permanente, y eso desgasta, consume y agota. Para reducir el estrés puedes incluir actividades de placer, conexión con la naturaleza (vale irse al parque, arreglar las macetas, sacar a tu perro…) y desconexión con el mundo exterior. ¿Somos capaces de dar un paseo por el río sin llevar el móvil ni las preocupaciones encima?
- Una de las maneras de conectar con el momento que se está viviendo y no andar pensando en lo que fue, lo que va a venir, o lo que pensamos que podría venir, es la práctica de mindfulness o atención plena. La práctica de esta técnica te ayuda a vivir el momento presente, calmar tus inquietudes, relativizar y reordenar tus pensamientos y emociones. Sobre eso encontraréis una entrada en nuestro blog próximamente ;).
- Y no olvidéis, mens sana in corpore sano. Es importantísimo, por no decir crucial, mantenerse en forma y hacer algún deporte que te guste lo suficiente como para tener ganas de practicarlo aunque siempre estés justo de tiempo o andes con pereza. Póntelo más fácil, no te hagas promesas ni compromisos difíciles de cumplir, no elijas una actividad solo porque pienses en hacerla por conveniente. Piensa en la combinación ganadora, porque hay opciones de juntar diversión, placer y entretenimiento con un rato de mover el esqueleto, el corazón y airear los pensamientos.
Tranquilos, el estrés y la ansiedad se pueden combatir, solo hay que querer hacer cambios y saber cómo hacerlos. Y nuestro equipo de psicólogas está aquí para ayudaros a conseguirlo.